La risa es el tema de esta edición de Nobodaddy.
Si en el Génesis, Cham, hijo de Noé, se burlaba de la degradación del padre desnudo y desvirilizado, encontramos hoy, en la serie Machos Alfas, este rasgo burlón en los sujetos masculinos que se encuentran desorientados, sin saber a qué santo consagrarse para encajar en lo que sería una virilidad políticamente correcta.
En cambio, nos reímos mucho menos de la nostalgia del padre reparador que se hace oír desde Italia, tras las denuncias de entrenadores deportivos abusadores de atletas femeninas. Allí, la figura patriarcal se toma muy en serio, y no en su dimensión de semblante, que Lacan ha progresivamente desnudado.
El padre carente o todopoderoso, que desata las pasiones burlonas, fascinantes o denunciantes, pertenece al registro imaginario. Ahora bien, la experiencia analítica opera un desplazamiento del padre impostor hacia el significante-amo como función necesaria de una posición de excepción. Y la risa puede retornar, es en esto entonces que es posible hacer uso del padre como un Witz singular para cada uno, y ya no como una norma anónima y ciega.
La instalación de Anselm Kiefer en el Palacio Ducal toma así un color gracioso : A. Kiefer se convierte en un guía malicioso, que conduce a los visitantes a circular entre los oropeles de un poder destituido, donde él acabará desviando el decorado. Una obra-Witz, pues, que a imagen del trayecto analítico, no se deja circunscribir por una significación.
¡ Buena lectura !
Traducción : Fernando Gabriel Centeno
Relectura : Cinthya Estrada
Fotografía : © Fabien de Cugnac
