El documental de Laura Poitras, Toda la belleza y la sangre derramada[1], galardonado con el León de Oro en el Festival de Venecia, nos lleva al corazón de las luchas artísticas y políticas de Nan Goldin, gran fotógrafa y figura de la contra-cultura neoyorquina de los años 1970-1980.
El trauma
Barbara, la hermana mayor de N. Goldin, desempeño un rol maternal para ella, ya que su madre no se sentía inclinada a ello. Jovencita rebelde, internada en una institución psiquiátrica, Barbara se suicidó a los dieciocho años, Nan tenía once. A pesar de los intentos de ocultarle las circunstancias del drama, comprendió el papel que la represión de la sexualidad había jugado en esta autodestrucción. En 1960, « las mujeres furiosas, que reivindicaban su sexualidad, daban miedo, su comportamiento era incontrolable, más allá de lo aceptable »[2]. Este drama es fundador del trabajo artístico de N. Goldin. Huir de la familia para sobrevivir se impuso muy rápidamente. El encuentro con su amigo David Armstrong, entonces con la fotografía la vuelve a anudar a la vida. Frecuentaba a un grupo de drag queens que pasaban las noches en un club gay de Boston llamado The Other Side. « Sus primeras fotos cuentan la historia de estos jóvenes de otro género que los Estados Unidos parecen negarse a ver. Es el comienzo de una obsesión, a través de ellos y de la cámara que lleva consigo por todas partes, Nan Goldin se inventa una familia y una vida nueva, cuya memoria constituye y comparte en tiempo real. »[3]
En 1979, la presentación de un diaporama titulado La Balada de la Dependencia Sexual la hizo famosa : « el dispositivo […] sorprende y agrada tanto como perturba. [Suele estar] consagrado a las veladas […] en familia para ver los recuerdos de las vacaciones. [No se] inscribe en los códigos de demostración de la fotografía en las galerías [de los años 70.] Son pues las propias imágenes las que desconciertan por su rechazo total […] de cualquier academicismo. [Ellas] afirman una práctica inédita de la fotografía, [que revela] la belleza de los seres, lejos de los códigos establecidos del médio »[4]. Cuestionan las nociones de género y de normalidad.
N. Goldin subvierte la foto familiar para enmarcar una mirada que atraviesa las apariencias. En lugar de las imágenes convencionales de felicidad compartida, a los clichés de su hermana como una joven radiante, sustituye radicalmente su propia vida, su intimidad y la de sus seres queridos. « Lo personal es político », este eslogan de los años 1970es apropiado para esta obra que mantiene una vacilación constante entre el retrato y el autorretrato, una indecidibilidad entre la historia personal y la de una comunidad[5].
Más allá del aspecto histórico, del binario permitido/prohibido, de la lucha contra el borrado de las personas que no se conforman, su determinación de mostrarlo todo pone en primer plano los cuerpos afectados y da forma, más allá de la imagen especular, a la marca de lo viviente y de la muerte sobre el cuerpo. N. Goldin hace así suya la indicación de Lacan : el goce « se lo aborde[…] por los abarrancamientos que del lugar del Otro se trazan en él[y que]que ese lugar delOtro no ha de tomarse en otra parte que en el cuerpo »[6].
Sobreviviente de una sobredosis de Oxycontin, N. Goldin participa en 2017 en el colectivo PAIN[7] en lucha contra la familia Sackler, familia de renombrados mecenas y responsables de la crisis de los opioides en Estados Unidos y en el mundo. Haciendo pesar su nombre contra el suyo, obtiene que los más grandes museos retiren el nombre, marcándolo con el sello de la infamia. Dos de sus vídeos captan nuestra atención : en uno, la familia Sackler, llamada a salir de las sombras, compareceante las familias de las víctimas ; en el otro, la lectura por sus padres de un texto de Joseph Conrad, en relación con Barbara y su muerte, suscita emoción.
Más allá de la denuncia del poder mortífero del patriarcado y de las normas, hacer surgir la vergüenza para unos, el dolor para otros, responde al deseo de N. Goldin : la fotografía como forma de tocar al otro[8], y, en apoyo de su arte-síntoma, producir una huella de humanidad.
Referencias del autor :
[1] Poitras L., All the Beauty and the Bloodshed, documental, Estados Unidos, 2022.
[2] Nan Goldin, Actes Sud/Les cahiers de la Collection Lambert, 2020, p. 28.
[3] Delvaux M., Herd J., « Comment faire apparaître Écho ? Sœurs, saintes et sibylles de Nan Goldin et Autoportrait en vert de Marie Ndiaye », Protée, vol. 35, n°1, primavera 2007, p. 29-39, disponible en internet.
[4] Nan Goldin, op. cit., p. 30.
[5] Cf. Delvaux M., Herd J., « Comment faire apparaître Écho ? … », op. cit.
[6] Lacan J., « La Lógica del fantasma. Reseña del seminario 1966-1967 », Otros escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 347.
[7] Prescription Addiction Intervention Now (grandolor).
[8] Cf. Delvaux M., Herd J., « Comment faire apparaître Écho ?… », op. cit.
Traducción: Fernando Centeno
Relectura Jesica Varela
Fotografía : © Martine Souren