Una interpretación de la crítica del patriarcado – Clotilde Leguil

Primera parte

© Jos Tontlinger https://jos-tontlinger.be/

La actualidad que elegí para esta crónica es la que da su título al próximo congreso de la EuroFederación de psicoanálisis « Crítica y clínica del patriarcado » bajo la dirección de Guy Poblome, que tendrá lugar en Bruselas los días 1 y 2 de julio próximo[1].

Más allá de la crítica del paternalismo

La pregunta que quiero formular se refiere a la lengua misma, la lengua que se habla hoy. ¿ Qué es lo que hace que, en el momento en que nos encontramos, ya no se trate sólo de criticar lo que en tiempos de la Ilustración se llamaba el paternalismo, el poder de los padres, lo que en el siglo XX todavía se llamaba la autoridad, o incluso lo que en los años cincuenta Lacan nombró la función del Nombre-del-Padre, sino que se trata de recusar radicalmente el « patriarcado » como sistema de dominación ? ¿ Qué revela este cambio de término en nuestra lengua ? ¿ Qué dice la primacía del uso de este término sobre lo que hoy suscita un rechazo, a saber, el patriarcado y sus efectos sobre los sujetos ?

El término de patriarcado contiene en sí mismo lo que denuncia. Con él, no solo se trata de una problemática de autoridad del padre – legítima o no – ni de deshacerse de un poder de protección. No se trata solamente de rebelarse contra una ley demasiado represiva y contra una prohibición. Se trata de otra cosa. Se trata de denunciar un abuso de poder.

La crítica del patriarcado, sus antecedentes

Tomemos los términos uno tras otro. Los filósofos de la Ilustración pueden ser considerados como los primeros en haber abierto el camino a la actual « crítica del patriarcado ». Rousseau denunciaba toda analogía entre el poder del padre sobre sus hijos y el poder del soberano sobre los ciudadanos. Es en virtud del pacto social que los ciudadanos consienten a obedecer a la ley general y no en virtud de la autoridad natural conferida al soberano a la manera de un padre sobre sus hijos. A través de esta crítica del paternalismo como modelo político, Rousseau va hasta invertir radicalmente el fundamento de la autoridad del mismo padre. No sólo el poder del soberano no es en absoluto análogo al del padre, sino que el poder del padre debe reconsiderarse a la luz de la política, ya que el único poder legítimo es el que resulta del pacto social[2]. Si el poder del padre sobre sus hijos se presenta durante un tiempo como una cuestión de naturaleza, en realidad encuentra su verdadero fundamento en el pacto social. Esta autoridad es también, instituida y sólo dura mientras los hijos den su consentimiento. Después de él, Kant denunció al gobierno paternalista como el peor peligro contra la libertad. El soberano que ocuparía el lugar del pater familias es también el que, prometiendo protección, felicidad y seguridad, priva a los ciudadanos de su libertad política. De esta manera, Kant critica el modelo paternalista para defender el modelo republicano y hacer valer el lema de la Aufklärung : « ¡ Ten valor para servirte de tu propio entendimiento ! »[3]

Avancemos aún más en las sucesivas versiones de esta revuelta contra el poder de padres, tutores y maestros. En el siglo XX, la autoridad sigue siendo rechazada, la autoridad de la tradición encarnada por los maestros. El movimiento de mayo de 1968, en Francia, se inscribe en la línea de la « crítica del paternalismo ». Revuelta contra la autoridad, revuelta contra las prohibiciones, pero ya no para hacer valer un « ¡ Ten valor para servirte de tu propio entendimiento ! », sino una reivindicación de goce. Se sabe que Lacan estará atento al engaño del lema « prohibido prohibir », cuando se trata de aspirar a un plus-de-goce[4].

Traducción : Fernando Gabriel Centeno
Relectura : Micaela Frattura

Fotografía : © Jos Tontlinger – https://jos-tontlinger.be/

[1] Cf. Leguil C., « Actualité de la psychanalyse. Critique du monopole de la jouissance légitime », Studio Lacan, n°42, 28 enero 2023, disponible en internet : https://www.youtube.com/watch?v=qD-iwMv7z3A.
[2] Cf. Rousseau J.-J, Contrato Social, Colección clásica Austral; Ciencias y Humanidades, n°165, Madrid, Espasa Calpe, 2007, p. 36. « Si continúan unidos luego, ya no lo es naturalmente, sino voluntariamente, y la familia misma no se mantiene sino por convención. »
[3] Kant I., Crítica de la Razón Pura, ¿ Qué es la Ilustración ?, Colección Educació. Materials de Filosofía, Zaragosa, Publications de la Universitat de València, 2000, p. 63-70.
[4] Cf. Lacan J., El Seminario, libro XVI, De un Otro al otro, texto establecido por J.-A. Miller, Buenos Aires, Paidós, 2008.