¿ Padre/Lejos* para siempre ? – Dachy Vincent

© Émilie Divet – http://emiliedivet.fr/

Galilei, Newton, Einstein, Heisenberg y compañía. El astrolabio, el reloj pendular, la máquina de vapor y compañía. Oímos que el Padre declina, un equívoco tan encantador. ¿ Desde cuándo ? ¿ Digamos 1633 ? (G.G. es condenado por herejía. No tanto porque ese año se utilizan por primera vez camiones de bomberos en Inglaterra) ¿ O quizás en 1740, el momento en que Moll Flanders dio paso a Pamela Andrews ?

Notablemente, cuanto más hablamos de la caída del padre, más voces denuncian « patriarcado », cuya definición se ha flexibilizado para cubrir casi todo lo relacionado con el poder del padre; un padre que no siempre se diferencia fácilmente del poder del « hombre » y del « blanco », un poder que implícita o explícitamente se considera abusivo o, al menos, injusto. Y, de hecho, blancos o no, ¿ por qué la violencia (véanse las estadísticas de las prisiones) es desproporcionadamente predilecta de los hombres ? La crítica al patriarcado, notémoslo, utiliza la identificación como concepto de campaña – ¡ ustedes, ellos, nosotros !

Con el psicoanálisis, más bien optamos por la « des-identificación », y seguimos la dirección de las elaboraciones de Lacan : la opacidad del goce es el principio y el fin del problema de los seres hablantes, solos o en masa. Hay una irresolución intrínseca del goce, una irresolución, que también se goza. El problema, para la orientación psicoanalítica, es inventar modos de hacer con esa imposibilidad. Tales modos implican « desactivar » el fantasma de El Otro, de La ley, El Orden, etc. No existe la solución al goce, y esto es un saber inquietante en el curso de cada análisis.

El(los) significante(s) del(de los) Nombre(s)-del-Padre ciertamente ha experimentado cierto aflojamiento del anudamiento, que es la función de ese significante impar. Las consecuencias son que las figuras del padre que goza son cada vez más evidentes, así como las figuras del padre débil (sólo bueno como proveedor), y las del padre que gobierna sin legitimidad. El nudo entre S1 (imperativo), S2 (saber) e I(A) (validación) se está soltando. La función acreditadora, reguladora, moderadora se ha resquebrajado, si no desmoronado.

¿ Lacan no tenía nada que decir sobre la burguesía ? ¿ Es el discurso psicoanalítico realmente la otra cara del discurso dominante ? ¿ « Mujer », « hombre », « padre », « madre » hacen alguna diferencia en ese discurso, o « edad », « género » y « raza » para el caso ? El discurso capitalista se basa en « nada es imposible », « ni siquiera el cielo es el límite », sobre la arrogancia de la maximización de los retornos como signo de elección, como signo de excepción. « Yo soy un elegido », yo-mí mismo es el elegido. ¿ Se contentará el discurso analítico con « libertad de expresión », « democracia » y una serie de observaciones significativas sobre el campo de la « salud mental » ? La codicia (que da su impulso al capitalismo) es una carrera hacia el ser, una carrera hacia la línea final, hacia la comunión del tener con el ser – y la explotación de cualquier cosa, cualquier ser vivo, cualquier lugar, cualquier momento es el camino para llegar allí. A través de la explotación de la explotación, Yo corro hacia el fin último : la propiedad del ser. ¡ Yo soy dueño del ser ! Soy dueño de . En psicoanálisis todos somos perdedores creativos respecto de El goce. ¿ Puede tal ascetismo como trampolín o pasaje hacia las innovaciones convertirse en una fuerza política ?

« Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor. »[1]

* El autor realiza un juego de palabras con el título “Farther forever?” entre farther (más lejos) y father (padre)
Referencias del autor :
[1] Beckett S., Rumbo a peor, Trad. L. Aguilera et al., Editorial Lumen, 2001.

Traducción : Florencia Cinquemani
Relectura : Sofía Buscaglia

Fotografía : © Émilie Divet